El hombre invisible

Erase una vez una un hombre al que nadie podia ver, ni oir, ni leer lo que escribía, podía pasar horas de pie entre la multitud que nadie se percataba de su presencia. Llamaba por telefono, pero nadie contestaba, nadie respondía a sus mensajes, ni recibía correo, ni siquiera publicidad. Podía ir al supermercado coger lo que le apetecía que nadie le decía nada si se iba sin pagar. Podía viajar a los lugares más peligrosos sin mayor riesgo. Era el hombre invisible. Aunque a veces echaba de menos la compañia de otros con el tiempo se fue olvidando de todos, incluso de si mismo y ya ni siquiera el espejo le devolvía su propia imagen. Pasó el tiempo, y nadie reparó en su ausencia, nadie lo echó de menos, ni siquiera recordaban que alguna vez habló con ellos. Y el hombre que quizás nunca existió dejó definitivamente este universo.