El alma está en el cerebro

Ya que por fin tengo vacaciones, he empezado a leerme uno de los libros que tengo en espera. Se trata de "El alma está en el cerebro" de Eduardo Punset, el de Redes. Me ha sorprendido bastante, está muy bien escrito y es bastante ameno, pero muy serio. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es la importancia que tiene el subconsciente en nuestro cerebro. Como ejemplo un dato: nuestro cerebro puede manejar 11 millones de bits por segundo pero sólo podemos manejar unos 50 bits de forma consciente en un segundo, el resto nos pasa totalmente despercibido, y no sólo estoy hablando del ritmo respiratorio, los latidos de corazón, ... sino de las cosas que nos gustan y las que no. ¿Por qué unos prefieren los Burguer King y otros los McDonalds? ¿Por qué nos gusta un tipo de música u otro? ¿Por qué nos gusta un chico y no otro? ¿O una chica? ¿O la playa? ¿O una comida y no otra? Si lo pensamos con detenimiento seguro que no podemos dar una respuesta objetiva, simplemente somos así porque nuestro cerebro es así.

Y qué pasa cuando hay un fallo en el cerebro. Un fallo provocado por un accidente o una enfermedad. Pues puede ser que cambiemos completamente de personalidad. Una persona tranquila, honrada y trabajadora, puede convertirse en un pendenciero, borracho y cuentista. Me ha llamado especialmente la atención la enfermedad de un compositor que llegó a confundir a su esposa con un sombrero. Pero lo que más me ha sorprendido es la capacidad de la música para reparar, aunque sea momentaneamente esos desordenes. Por ejemplo, las personas con síndrome de tourette, que tienen su vida muy limitada debido a multitud de tics, pueden tocar un instrumento musical, y mientras lo hacen, los tics desaparecen.

He encontrado este video en youtube que me parece muy interesante.


Los niños del video, al fin y al cabo, sólo quieren ser personas normales, como la mayoría. Pero por otro lado estamos cargados de prejuicios, o mejor dicho, nuestro cerebro está lleno de ideas preconcebidas. Esta ideas o respuesta automáticas pueden ser útiles para escapar de un depredador en la selva, o de un atracador, pero también son el origen de las ideas racistas, xenófobas, homófobas, ... vamos que recelamos de todo lo que parecezca diferente a nuestro grupo (o tribu).

Estoy seguro de que el estudio del cerebro traerá enormes sorpresas en los próximos años. Muchas de ellas esperanzadoras para las personas que padecen alguna enfermedad, pero otras dan un poco de miedo. ¿Qué pasaría si pudieramos controlar qué de quién nos enamoramos? ¿O qué música nos gusta? ¿O a qué pardido votamos? Es posible que con un conocimiento detallado del cerebro esto se pueda realizar, y da un poco de miedo la verdad. En cualquier caso todavía estamos muy lejos de eso. Pero a quién no le gustaría tener una feromona que le hiciera absolutamente irresistible. Eso sí, habría que buscar la forma de que sólo la percibieran aquellas personas que realmente nos gustan, que si no.