No es tan malo ser una oveja negra

Las ovejas negras o merinas eran las más abundantes en la Edad Media, sin embargo, fueron poco a poco desplazadas por la blancas ya que su lana era mucho más fácil de tintar. En los años noventa estuvieron a punto de desaparecer, pero ahora están protegidas y los ganaderos tienen subvenciones por criarlas. Y lo más importante, si eres una oveja negra ya no irás al matadero, sino que te utilizarán para la reproducción. Así que, si lo budistas tienen razón, a la hora de reencarnarse en animal lo de ser oveja negra ya no es tan mala idea.